Que los ladrones de guante blanco vayan presos y
devuelvan lo que robaron.
Que a los ladrones de gallinas se les enseñe a criar
pollos, hacer huerta, pegar ladrillos y se les pague por su trabajo.
Que a las y los que
atentan contra la democracia de palabra, se le aplique la Ley de Defensa de la
Democracia.
Que a los que atentan
contra las tranquilidad y los bienes de los ciudadanos, como lo hacen los que
fabrican bombas caseras y/o incendiarias que aprovechan para arrojar durante
las distintas manifestaciones multitudinarias, o marchas de reclamos varios, vayan
presos y no salgan en mucho tiempo y en caso que fueren extranjeros se los
deporte a sus países de origen o a dónde sea, pero que no le los cobije en un país
cuyo pueblo aspira a la paz, como lo es el nuestro.
Que a los que cortan
el tránsito y causan disturbios y destrozos en la vía pública o edificios sean
castigados con todo el rigor de la ley.
Que se revisen todos
los planes, ayudas y prebendas para
dejar solo aquellos que se justifican y no como pasa con esos que viviendo de los
“planes” de todo tipo, no trabajan y
se dedican a alterar la paz y el orden público.
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