De niño, en la escuela primaria me enseñaron, que como argentinito tuve la suerte de nacer en un país privilegiado por la naturaleza. Rica en bellísimos paisajes desde las Cataratas del Iguazú en el norte
hasta los Glaciares en el sur; pasando por las playas de la costa atlántica en el este y por los bosques y lagos de la cordillera en el oeste. Además de haber distintas zonas propicias para la cría de ganado y el cultivo de cereales en las llanuras fértiles, especialmente en la provincia de Buenos Aires, también en la Mesopotamia de los ríos Paraná y Uruguay. Minerales diversos y entre ellos petróleo.
Pesca abundante en el extenso litoral marítimo. Ríos caudalosos que permiten la construcción de represas para producir energía eléctrica.
Todo muy lindo; un país de ensueño, pero...
Qué le pasa a nuestra Argentina que hoy en día tiene millones de pobres y miles de indigentes.
Faltan fuentes de trabajo y por eso es el Estado el que debe agrandarse para darle trabajo y evitar que aumente el número de desocupados.
La corrupción es moneda corriente en los ámbitos de los tres poderes de la República y entre los particulares, industriales, empresarios, sindicalistas, profesionales, comerciantes y....(Podría seguir enumerando)
Y como consecuencia de lo antes consignado crece la inseguridad, el delito y el flagelo del narcotráfico.
Por ejemplo:
Ayer (04 de enero del 2018) hemos sabido de otro sindicalista, ahora de la provincia de Buenos Aires, de quien la Justicia argentina ha pedido su extradición a la vecina República de Uruguay. El motivo es que tal sindicalista, además propietario de medios de difusión en la capital provincial; vive en una fastuosa vivienda al estilo cinematográfico, en aquel país y cuenta con numerosos autos importados y de alta gama cuyo valor asciende a cifras fabulosas que tal vez sean parte de los cincuenta y tres millones de pesos argentinos que el hombre extrajo del país y del sindicato que regenteaba, para llevarlos a su propio patrimonio. Otro modelito este señor.