martes, 29 de marzo de 2011

MENDACIDAD (II)

MENDACIDAD (II)
Una  política oficialista elegida recientemente en provincia del noroeste, presenta a un familiar suyo como impecable ex gobernador, a pesar que la justicia demostró que por su desidia y permisividad que derivó en la impunidad para los denominados por la gente “los hijos del poder”, del crimen de una joven de la capital de dicha provincia.
Otros que en la difícil época de la dictadura se fueron al interior, donde sabemos las persecuciones, crímenes y desapariciones, prácticamente no se notaron, y allí estuvieron amasando su fortuna ; aparecen en el primer plano político y se autodenominan adalides de la defensa de los derechos humanos, claro que en la seguridad de la actual democracia que fue recuperada, no precisamente porque ellos se hayan jugado para conseguirla.-
Y podríamos seguir enumerando, también en cercanías de la política, porque dan apoyo o combaten según les convenga, los gremialistas que ahora han devenido en fuertes empresarios encubiertos con aspiraciones de cargos en el gobierno. Deberían decidir si van a ser una cosa: gremialistas en defensa de los derechos de sus pares o bien políticos, dedicados a gobernar o empresarios que cumplan las reglas del juego. Porque lo malo no es elegir una actividad y desarrollarse en ella ; lo malo es apoyarse en ventajas que da una condición para, camuflado en ella obtener beneficios especiales.-
Humildemente debo inferir y creer que,  lamentablemente, hoy en día  falsedad, perversidad y falta de escrúpulos son condiciones sine qua non para tener éxito en la política y, peor todavía, en ejercer el  poder y/o el gobierno.-

martes, 15 de marzo de 2011

MENDACIDAD

Cada vez más, creo que los políticos son personajes que se ejercitan para  llegar a tener la  habilidad de convencer al electorado de que un hecho , obra o acontecimiento es lo contrario de cómo la generalidad piensa que es.-
Especialmente cuando tratan de justificar hechos , obras , acontecimientos presentándolos como apropiados y benéficos cuando en realidad no lo son.

 Se ve que se convencen, a sí mismos primero,  y nos lo presentan después, retórica mediante, que lo que creíamos malo es bueno, que lo dudoso es verdad o que lo corrupto es honesto.

Así aparecen funcionarios que a pesar que los humanos , mortales y comunes ciudadanos que vamos todos los días al mercado o a la tienda en procura de los artículos básicos de subsistencia, comprobamos cómo aumentan los precios; ellos utilizan  insólitos argumentos para decirnos que la inflación no existe o que es muy poco significativa. O que, si existe,  es en tan bajos niveles que no nos afecta. (¡)
…….(Continuará)………….....................................................................................